18. CABEZA ENSANGRENTADA
1. Cabeza ensangrentada,
cubierta de sudor;
de espinas coronada
y llena de dolor.
¡Oh celestial cabeza
tan maltratada aquí,
de sin igual belleza,
yo te saludo a Ti!
2. Te admiro, rostro herido,
espejo de bondad;
aunque en Ti han escupido
con infernal maldad.
¿Quién se atrevió, tu vida,
con loco frenesí,
y saña fratricida,
a escarnecerte así?
3. Cubrió tu noble frente,
la palidez mortal;
cual velo transparente,
de tu sufrir, señal.
Cerróse aquella boca,
la lengua enmudeció,
la fría muerte toca,
a quien la vida dio.
4. Señor, lo que has llevado,
yo solo merecí;
la culpa que has pagado,
al Juez yo la debí.
Mas, mírame, confío
en tu cruz y pasión.
Otórgame, bien mío,
la gracia del perdón.
CABEZA ENSANGRENTADA