152. EN EL CUARTO MANDAMIENTO

1. En el cuarto mandamiento
de la ley de nuestro Dios,
se encuentra el sábado eterno
que Cristo nunca cambió.
Este día de reposo
que en el Edén se guardó,
es señal entre su pueblo
que en su concierto ordenó.

CORO:
Alzaremos nuestra voz
con canciones de loor,
al Dios Padre celestial
y al Cordero que venció
y con su sangre preciosa
nuestras almas Él compró.

2. Este día de delicias
santo sábado de Dios,
es recuerdo de la obra
que en seis días se efectuó.
Los cielos, la tierra y mar
obras de la creación,
muestran que el séptimo día
es el día del Señor.

CORO:
Alzaremos nuestra voz
con canciones de loor,
al Dios Padre celestial
y al Cordero que venció
y con su sangre preciosa
nuestras almas Él compró.

3. Guarda pues hermano amado
este día del Señor
y obedece a sus leyes
que son luz de salvación.
Es Cristo mismo en nosotros
que nos da fuerza y valor,
para hacer su voluntad
por su gracia y su amor.

CORO:
Alzaremos nuestra voz
con canciones de loor,
al Dios Padre celestial
y al Cordero que venció
y con su sangre preciosa
nuestras almas Él compró.

EN EL CUARTO MANDAMIENTO

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