168. JESÚS NAZARENO

1. Jesús Nazareno
clavado en la cruz
un velo de sangre sus ojos cubrió.
Su rostro cetrino
cual un lirio mustio,
corona de espinas el pueblo le dio.

CORO:
“Eli, Eli, lama sabactani”
clamaba el excelso,
el divino Jesús.
El gran Redentor de nuevo clamó,
con fuerzas potentes
su Espíritu dio.

2. Y crucificado, el divino Maestro
vinagre con hiel diéronle a beber.
Repartióse entonces
el sagrado vestido
y sobre sus ropas la suerte se echó.

CORO:
“Eli, Eli, lama sabactani”
clamaba el excelso,
el divino Jesús.
El gran Redentor de nuevo clamó,
con fuerzas potentes
su Espíritu dio.

3. Rasgándose el velo
del templo en dos partes,
las piedras se hendieron
la tierra tembló.
Aquellos sepulcros
abiertos entonces
los santos salieron a resurrección.

CORO:
“Eli, Eli, lama sabactani”
clamaba el excelso,
el divino Jesús.
El gran Redentor de nuevo clamó,
con fuerzas potentes
su Espíritu dio.

4. El centurión viendo
el gran terremoto
temió en gran manera
al Hijo de Dios.
El de Arimatea llevólo al sepulcro
de piedra labrado que él preparó.

CORO:
“Eli, Eli, lama sabactani”
clamaba el excelso,
el divino Jesús.
El gran Redentor de nuevo clamó,
con fuerzas potentes
su Espíritu dio.

JESÚS NAZARENO

Volver