8. LAGRIMAS
Triste estás y el dolor hoy te domina
Triste estás, sólo quieres ver lo que tus ojos lloran
No te has dado el tiempo de mirar atrás
De apreciar las riquezas que Dios te da
No te rindas ni desmayes, no debes temer
Levántate y esfuérzate para ser mejor
No olvides que Jesús te acompañará
Levántate y esfuérzate y en la oscuridad verás
La luz que tanto esperabas
Sólo basta entregarse y tu vida cambiará
Ahora ves que toda tú angustia
No era más que una lágrima que Cristo sólo cura
Ahora debes recordar que la oportunidad
La recibes por la gracia de Cristo Jesús
Ya no pidas condiciones, ya no esperes más.