17. DIOS SIEMPRE ESTÁ AHÍ

Es fácil ignorar que tras de toda mi felicidad
Te encuentras tu, mi Jesús,
el milagro mas deseado de mi corazón
A veces, a pesar de no poder sentirte, yo sé que estas ahí
Tu mano invisible espera a que crea, y se desvanezca en mi la duda para aparecer.
Jamás te has sentado a descansar
Mientras porfía en mi lucha y te vuelvo a defraudar
Tu fidelidad no tiene límite de amor

Frente a tus ojos he llegado, mi Jesús, me Señor
Para alcanzar lo que anhelaba, para nacer de nuevo
Y en tu jardín florecer y reposar
Siendo un hijo, siendo un hijo de valor

Volver