115.- Grandeza

Vino a nacer a este mundo
un pequeño lleno de esperanza y paz.
Vino a nacer y quién diría
que más tarde
entre grandes iba a andar.

Grande era el poder que fluía
en su sangre y aún así se humilló.
Pudo haberlo usado en su favor,
sin embargo, ni un rasguño Él causó.

Sin duda Él sabía
que todo no acababa,
que horas más tarde
Judas le entregaba.
Tuvo miedo
y entonces suplicó al Señor:
Padre, si no existe
otra forma de cumplir tu voz,
me entrego en tus manos,
haz en mí tu voluntad.

No vine a ser servido,
ni menos a juzgar,
solo vine porque lo has querido así.
Toma mi sangre
y perdónales, oh Dios.
//Perdónales
que no saben lo que hacen//

Vino a nacer a este mundo
un pequeño lleno de esperanza y paz.
Vino a nacer y quién diría
/// Que más tarde
entre grandes iba a andar ///

115.- Grandeza

Volver